Esta es una iniciativa que rompió los relajados esquemas mentales del trópico: organizamos varios días de asueto en un lugar cómodo como la playa para filosofar, para darle rienda suelta al pensamiento, para conversar sobre las grandes corrientes filosóficas y sobre los grandes filósofos de todos los tiempos.
En la primera convivencia se embarcó un grupo de chicos con un profesor de la Universidad de Los Hemisferios rumbo a las costas ecuatoriales, para recluirse por cinco días en una casa con hamacas, piscina, muchos libros de filosofía y un cuidadoso programa de clases diseñado para ahondar en los temas clásicos del pensamiento. Cada día se tenían tres clases de hora y media, de diferente profundidad. En la mañana tocamos los temas más abstractos y duros: la composición de la materia, los principios metafísicos, la gnoseología… Al mediodía, después de la tertulia del almuerzo, se trataba de los desarrollos prácticos de esas teorías abstractas que habíamos visto en la mañana. Y por la noche se dedicó tiempo a los temas más amenos: a las diferentes teorías de la creación del universo, a la forma de ser y de actuar de los ángeles, a la posibilidad de la vida en otros planetas.
Los ratos libres que quedaban luego de las clases y de un rato de deporte en la playa, se dedicó a leer. Llevamos una buena colección de libros y de artículos, profundos y ligeros. A cada asistente se le preguntaba en qué temas le gustaría profundizar, y se les daba algún libro apropiado y varios artículos para que los leyera.
El resultado de esta convivencia fue absolutamente positivo. Todos lo agradecieron mucho y quedaron esperando la organización de una nueva convivencia dedicada al difícil deporte de pensar.
Ahora estamos organizando la TERCERA CONVIVENCIA DE FILOSOFÍA. ¡Inscríbete!
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